Esta fortaleza se convirtió en el mayor reto cuando conocí la teoría de las fortalezas,
porque la tenía SUBUTILIZADA y el resultado era un Juan Pablo completamente inestable emocionalmente.
De alegré podía pasar sin mayor explicación a triste.
De motivado con ganas de comerme el mundo a desmotivado y bajo de nota.
De amoroso fácilmente pasaba a rabia agresiva.
Hoy en día me siento en mayor control de mi mundo emocional,
sin embargo, mi consciencia y la vida me muestran que aún hay mucho por aprender y por fortuna tengo la disposición…
y la humildad, ¡espero!
Esta semana que pasó fue una oportunidad para activar en consciencia mi armonía interior.
Porque toda mi vida ha sido un desafío sentirme enfermo…
Me da angustia, rabia y me pongo agresivo, especialmente con mi cuidador, es decir, conmigo mismo.
El lunes pasado me desperté con malestar, que mi cabeza interpretó como “pereza”.
Martes y miércoles, el malestar pasó a debilidad y no pude pararme de la cama sin mayores síntomas que el decaimiento, algo de tos, dolor y frio penetrante en los huesos.
Hablaba con personas que me decían, porque no te tomas esto…
Porque no vas al médico…
Y yo con mentalidad de EPS, ¿si no me estoy muriendo para que voy a consultar?
La noche de miércoles a jueves, ya me llegaron esos pensamientos de “no puedo más”
Y por fin decidí llamar el médico domiciliario, que me diagnostico con una Faringitis Viral y me recetó unos medicamentos que en cuestión de horas me dejaron bien.
Y estando bien me pregunto, ¿por qué me demoré tanto en atenderme?
Creo que porque me costó mucho trabajo asumir que estaba enfermo.
Y mientras esquivaba aceptar la realidad, intenté otras estrategias que, en vez de ayudarme, me hundían más.
He tenido y tengo enferm@s cercanos a quienes admiro un montón por su capacidad para mantener su armonía en medio del desafío de salud, de los dolores, tratamientos invasivos, intervenciones, etc.
Esos enferm@s a quienes vas a visitar para darles aliento, pero que terminan ellos dándoselo a uno.
Guerreros de la vida a quienes admiro profundamente porque ven la realidad sin volverla un drama.
Y me gustaría ser como ellos cuando crezca. (jejeje)
Por eso me quedo firme con esta tarea de profundizar en mi miedo a las enfermedades.
A ver si lo resuelvo sin que la vida me tenga que llevar a alguna enfermedad bien intensa para practicar.
Así tenga una enfermera personalizada en casa, como pueden ver en la foto.
Abrazo a tod@s y gracias por pasar por aquí a reflexionar conmigo.
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