Lo que sucedía antes era que una vez pasaba halloween, los almacenes y demás empezaban a vestirse de navidad.
Sin embargo, ahora la navidad se está comiendo el halloween y desde mi perspectiva es una época de rescatar.
Desde ya hace varias semanas empezó la oferta de la decoración navideña y a diferencia de la navidad donde está implícito el consumo,
en halloween todos pueden participar.
No importa el presupuesto.
Quien no recuerda esa época de la infancia en la que nos ilusionábamos con disfrazarnos y salir a pedir dulces.
Y todos los papás podían cumplir esta ilusión con facilidad.
Hoy como adulto me ilusiona convertirme en alguien diferente a mí y salir a asombrarme con la creatividad y pasión de otros.
Yo participo en esta fecha permitiéndole a mi niño interior salir a disfrutar, haciendo lo que más le gusta…
reír haciendo maldades y diabluras.
Leí en el blog de un psicólogo positivo la invitación a explorar aquel héroe con el que nos sentimos identificados,
encontrar esas cualidades que tal vez compartimos con él y representarlo con un disfraz para conectar con nuestro héroe interno.
Me pareció una idea excelente y muy alineada con lo que es la psicología positiva.
Sin embargo, sin el ánimo de llevar la contraria, yo me voy a explorar mi sombra.
Voy a jugar a representar el antihéroe y a explorar esas características que comparto también con él.
Voy a ponerme una máscara que tiene luces y que representa un personaje muy oscuro y violento de una película.
No para identificarme con este personaje, si no como una oportunidad para soltar los juicios y ver la realidad con otros ojos.
Mi lado bondadoso y compasivo lo exploro con más facilidad y seguro lo seguiré explorando,
pero no quiero menos importancia para mi sombra y vamos a ver que cosas nuevas encuentro.
Y después de ese viaje interesante al interior de mi lado oscuro, ya me dejare entrar a mi manera en la época del consumismo.
¿Ustedes que prefieren? ¿Halloween o navidad?
Los leo.
Abrazo fuerte
Add Comment