El psicólogo y sus miedos

El psicólogo y sus miedos

Aprendí a vivir lleno de miedo y es una sensación extraña esto de hacerlo consciente.

Porque aparentemente lo que hago es protegerme, pero me protejo tanto que me limito.

ℰ𝓁 𝓂𝒾ℯ𝒹ℴ 𝒶𝓅𝒶𝓇ℯ𝒸ℯ ℯ𝓃 𝓃𝓊ℯ𝓈𝓉𝓇𝒶𝓈 𝓋𝒾𝒹𝒶𝓈 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝒶𝓋𝒾𝓈𝒶𝓇𝓃ℴ𝓈 𝒶𝒸ℯ𝓇𝒸𝒶 𝒹ℯ 𝓊𝓃 𝓅ℯ𝓁𝒾ℊ𝓇ℴ.

ℰ𝓈 𝓁𝒶 𝒶𝓁𝒶𝓇𝓂𝒶 𝓆𝓊ℯ 𝓃ℴ𝓈 𝓂𝓊ℯ𝓋ℯ 𝒶 ℯ𝓃𝒻𝓇ℯ𝓃𝓉𝒶𝓇 𝓈𝒾𝓉𝓊𝒶𝒸𝒾ℴ𝓃ℯ𝓈 𝓅ℯ𝓁𝒾ℊ𝓇ℴ𝓈𝒶𝓈 ℴ 𝒽𝓊𝒾𝓇 𝒹ℯ ℯ𝓁𝓁𝒶𝓈.

𝒜𝓁ℊ𝓊𝓃𝒶𝓈 𝓋ℯ𝒸ℯ𝓈 ℯ𝓈𝓉𝒶 𝒶𝓁𝒶𝓇𝓂𝒶 𝓈𝓊ℯ𝓃𝒶 𝓉𝒶𝓃 𝒻𝓊ℯ𝓇𝓉ℯ 𝓎 𝒸ℴ𝓃𝓈𝓉𝒶𝓃𝓉ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓅𝓊ℯ𝒹ℯ 𝓅𝒶𝓇𝒶𝓁𝒾𝓏𝒶𝓇 𝓁𝓁ℯ𝓋á𝓃𝒹ℴ𝓃ℴ𝓈 𝒶 𝓈ℯ𝓃𝓉𝒾𝓇 𝓆𝓊ℯ 𝓁𝒶 𝓈𝒾𝓉𝓊𝒶𝒸𝒾ó𝓃 𝓃ℴ𝓈 𝓈𝓊𝓅ℯ𝓇𝒶 𝓎 ℯ𝓈 𝓂á𝓈 ℊ𝓇𝒶𝓃𝒹ℯ 𝓆𝓊ℯ 𝓃ℴ𝓈ℴ𝓉𝓇ℴ𝓈.

Toda esta conceptualización me la se de memoria y la recito sin problema.

Sin embargo, no me había ayudado a ver todo lo presente que el miedo paralizante llega a mi vida.

Aparece cuando pienso en salir a la calle…

Aparece cuando me propongo lograr algo…

Aparece cuando pienso en placer…

Aparece en mis relaciones interpersonales…

Aparece en mi trabajo…

Aparece…

Y cuando aparece tanto ya es fácil acostumbrarse a él y a vivir limitado.

Hace un tiempo les conté que empecé a entrenarme en constelaciones familiares, una técnica que me muestra el consultante no como un individuo solitario, si no como parte de un sistema familiar.

Y ha sido una experiencia hermosa ya que la formación me lleva a aplicar en mi todo lo que voy aprendiendo.

Vimos trauma y encontré y pude trabajar un trauma que había vivido en solitario desde mis 11 años, sin mucha consciencia de él y con las consecuencias negativas que traía en mi vida.

Trabajamos papá y mamá y en ese proceso me ayudaron a verme y pararme como adulto.

En el ultimo taller trabajé mi árbol genealógico, encontrando que varios de mis ancestros necesitaban ser vistos y comprendidos y eso a su vez me ayudó a soltar culpas y vergüenzas transgeneracionales que no me pertenecían.

También trabajé pareja y aún no sé qué sucederá. jajaja

La historia va a que, a pesar de trabajar aspectos tan importantes en este TURISMO INTERIOR,

todos los meses quiero renunciar.

Todos los meses encuentro argumentos más sólidos para desistir y encuentro personas que me dan la razón y me dicen vete de ahí

Huye porque tienes un maestro que te muestra el miedo a la cara.

Finalmente, no lo he hecho porque ya se de qué me puedo perder.

Y también miro al pasado y me doy cuenta de las muchas cosas de las que me he perdido por huir,

y entonces me digo a mí mismo…

Si he actuado cobardemente hasta ahora ante algunos desafíos, entiendo que ha sido una manera de protegerme por peligros que viví en el pasado.

Y me sacudo y “actualizo” porque en el presente, aunque es posible que haya peligros, no son los mismos.

Esa es mi comprensión de hoy, pasando febrero.

Vamos a ver como llega el miedo en marzo.

Hasta el momento no he huido, me siento orgulloso por eso.

El miedo se gestiona enfrentándolo y presiento que puedo encontrar mucha fuerza interior en esta nueva conducta que estoy teniendo con él.

¿Cómo viven el miedo?  Comenten por favor que me gusta leerlos y aprender de ustedes.

¡¡Abrazo fuerte!!

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