Es una constante encontrarme en consulta adultos con dificultades para reconocer y satisfacer sus propias necesidades, ya que sus conductas están muy orientadas a satisfacer lo que otros quieren y esperan de ellos.
Cuando digo es constante, me refiero a un alto porcentaje de adultos:
*Manteniendo relaciones abusivas por lealtad al modelo de pareja que vieron de sus padres.
*Incapaces de expresar sus molestias por miedo a despertar en otros las respuestas violentas y abusivas que recibieron en su infancia.
*Sintiendo culpa al descansar por las creencias familiares de carencia que los llevaron a convertirse en máquinas de hacer dinero.
*Con conceptos duales de lo que deberían o no ser, debido a los señalamientos que de niños recibían en todo momento y sin razón.
*Con dificultades para mantener relaciones de pareja como consecuencia de los roles que tuvieron que asumir en casa, aunque no les correspondieran.
A esto Carl Jung, referente importante para quienes transitamos el camino del autodescubrimiento y quien trabaja el concepto de arquetipos (formas de pensar, sentir y actuar presentes en todas las culturas y civilizaciones),
lo llama el arquetipo “PERSONA” …
… aquello en lo que nos convertimos por el deber ser.
Y que dificulta que el arquetipo encargado de esclarecer todos nuestros deseos más profundos,
“SI MISMO”, aflore en esplendor.
Entonces, llega un momento en el que los seres humanos nos damos cuenta de que estamos corriendo en la rueda del hámster y que la vida no tiene sentido vivirla de esta manera…
y trasegamos el proceso de “individuación” que en mis palabras es la posibilidad de PERMITIRNOS SER NOSOTROS MISMOS,
sin el eco de las voces inconscientes que nos “pinchan el globo” todo el tiempo diciéndonos “QUIENES DEBEMOS SER” para satisfacer unas creencias construidas en el pasado, muchas veces hasta varias generaciones atrás.
Es posible que, debido a esto, a veces nos cueste trabajo comprender lo que queremos,
o tomar fuerzas para exponerlo y hacerlo realidad.
Por eso se me ocurrió que para el 2023, mis deseos son que podamos transitarlo en coherencia con lo que queremos y no solo respondiendo a lo que esas voces inconscientes esperan de nosotros.
Aclaro que esto de la “individuación” no tiene que ver con Individualización que es más orientado a realizar actividades de forma individual y hasta en solitario.
Por el contrario, quien puede reconocer sus verdaderos dones y fortalezas, quiere ponerlas al servicio de otros y es allí cuando encuentra mayor satisfacción con la vida.
De esta manera la individuación, más que a la soledad, nos orienta es a la autorrealización.
¿Están de acuerdo conmigo en pedir que este nuevo año este alineado con nuestra individuación?
y la otra pregunta que puede surgir es…
¿Como se lleva a cabo ese proceso?
Abrazo fuerte
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