“Pensar en el tercer genero nos beneficia”

“Pensar en el tercer genero nos beneficia”

Si una idea no nos hace daño a nosotros, pero si a otros, ¿por qué querer defenderla?

Esta es una frase que le escuché a la periodista y generadora de contenido Amaranta Hank en el programa la tele letal,

refiriéndose a la idea radical que tenemos como sociedad acerca de la imposibilidad de aceptar que existan personas que no se identifiquen con los géneros tradicionales, hombre y mujer.

Y nos sentimos como sociedad mas atacados cuando nos piden que los tengamos en cuenta en el uso del lenguaje,

parece que respondiéramos…

… ya tengo suficiente con mis cosas, como para sumarle ahora tus confusiones;

sin embargo, si realmente entendiéramos la relación simbiótica que existe entre todos,

seriamos conscientes de que el miedo a la indiferencia que fomentamos en quienes decidimos excluir,

luego puede retornar a nosotros en verdaderos desafíos de salud pública como el suicidio.

Por el contrario, si como miembros de esta sociedad somos capaces de ver las necesidades de los demás a tiempo,

adicional a hacer un aporte a una sociedad en mayor bienestar,

también impactaremos en nuestra capacidad de sentirnos útiles para alguien,

que redunda en emociones positivas tan valiosas como el orgullo,

“estoy siendo de ayuda para otro”.

Como profesional de la salud mental, admito que eso de salir del pensamiento binario (hombre y mujer) también me causa confusión,

al igual que el manejo de los otros conceptos de la sexualidad que conocemos a diario por la exploración que las personas se están permitiendo en su búsqueda de bienestar y autorrealización.

Todas esas nuevas posibilidades conforman el tercer género.

Hay personas que tienen aspecto de un género, pero sus órganos genitales son del opuesto (INTERSEXUALIDAD)

Hay personas que no se identifican con los géneros tradicionales, hombre o mujer (GENERO NEUTRO O NO BINARIO)

Otras personas sienten que el género con el que nacieron y crecieron, no corresponde con el género con el que se identifican y por eso recurren a procesos de transición para el cambio de su fenotipo (TRANSGENERO)

Y otras personas simplemente disfrutan ocasionalmente adoptar conductas y aspectos del género contrario (TRANSFORMISMO)

No soy ajeno a esa sensación generalizada de confusión en la sociedad,

y ante ella el camino es informarnos, capacitarnos, buscar la manera de comprender

y mientras lo hacemos,

por ejemplo…

¿en que nos perjudica aprender a utilizar la letra “e”?

la letra que representa la neutralidad.

Por el contrario, siento que trae beneficios,

El primero es que tenemos la posibilidad de hacer sentir a alguien incluido y feliz.

Y para quienes han dicho, es que toda la vida hemos utilizado él y ella,

el lenguaje incluyente puede ser al mismo tiempo un juego de activación cerebral que trae beneficios como la regeneración neuronal,

que favorece la memoria, capacidad de concentración, el aprendizaje, entre otros.

Entonces como digo en el título,

pensar en el tercer género, aunque puede ser confuso e incómodo, nos beneficia.

Empezaré a explorarlo y a practicarlo

Un fuerte abrazo a todos, todas y todes.

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