“No soy lo suficientemente bueno” o “siempre fallo en todo”
Son algunas de las frases negativas que pueden estar rondando en nuestra cabeza,
generando dudas e inseguridades en nosotros.
Las conversaciones mentales son parte esencial de nuestro proceso cognitivo y emocional.
A través de ellas interpretamos las experiencias que vivimos,
evaluamos como nos comportamos y…
regulamos lo que sentimos.
Algunas veces estos diálogos incluyen pensamientos que nos motivan, dan ánimo y nos ayudan a afrontar y superar adversidades.
Sin embargo, en otras ocasiones implican criticas autodestructivas y rechazo hacia nosotros mismos.
De allí la importancia de estar muy atentos porque que tienen un impacto notable en nuestra salud mental.
Este ejercicio de agarrarse o pillarse estas conversaciones, especialmente las negativas,
es una tarea que requiere ante todo activar nuestra valentía,
para ser capaces de escucharnos sin juicios y con compasión.
Cuando hemos identificado estos pensamientos muy críticos y severos,
podemos intentar reformularlos de manera tal que sean más constructivos y despierten nuestra confianza.
Por ejemplo, en una frase como “no soy lo suficientemente bueno”
Se puede cambiar por “puedo mejorar con dedicación y esfuerzo”
Al principio no es sencillo, pero en la medida en que nos familiarizamos con este ejercicio,
iremos encontrando importantes beneficios como:
Mejora de nuestra autoestima
Reducción de los niveles de emociones desagradables como la ansiedad y el estrés.
Aumento de nuestra capacidad de resiliencia.
Y la capacidad de vivir cada vez en mayor bienestar que es lo que nos merecemos.
Espero puedas ponerlo en práctica.
Un fuerte abrazo
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